NUESTROS RECURSOS NATURALES, BENEFICIOS O PERJUICIO.
Por: Ibraima Ganó (España)
09.02.2008
Según informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación nacionales y extranjeros, hay indicios de que nuestro país, Guinea-Bissau, puede haber firmado acuerdos bilaterales para explotar algunas de sus riquezas minerales.
Es obvio y normal pensar que, con las rentas provenientes de la explotación de estas riquezas, que llegarán al gobierno de Guinea-Bissau mediante impuestos, derechos y otro tipo de pagos, se podría sacar al país de la miseria casi absoluta y solventar la falta de liquidez del gobierno para honrar, así, sus compromisos mas básicos para con su población. Sin embargo, la experiencia y los acontecimientos registrados en varios países africanos, tales como Guinea-Ecuatorial, Angola, Nigeria, Chad, Sudan, Serra Leona, Congo Brasaville, Congo Zaire, Argelia o Gabón, nos demuestran todo lo contrario. La falta de una gestión transparente y eficiente de las rentas provenientes de los recursos minerales ha favorecido la corrupción y la enajenación de los fondos e incentivado el fraude. En casos extremos, las ganancias de la clase política corrupta y sin cultura de trabajo y del esfuerzo para hacerse con toda la renta de los recursos minerales, ha contribuido al surgimiento de conflictos internos violentos y del caos, como demuestran los casos de Sierra Leona, Nigeria y Congo, Zaire y, actualmente, Chad y Kenia).
Según la organización Reso-Réformistes et Solidaires, los gobiernos y otras instituciones estatales que gestionan estos recursos minerales, no se ven obligados a dar cuentas a las instituciones democráticas parlamentarias y a los ciudadanos de la buena gestión de estos recursos. Ni los gobiernos ni las compañías extractoras de recursos minerales publican información sobre las rentas provenientes de su explotación. La falta de transparencia y una mala fe en la buena gestión gobernativa en los países citados anteriormente, ha hecho que estos sean clasificados por el Banco Mundial como países pobres muy endeudados. Se encuentran entre los países con peores índices de desarrollo humano. Toda una incongruencia.
Por su parte, la ONG Británica Global Witness ha informado de que parte de los ingresos procedentes de la producción de petróleo y diamantes en el continente africano no revierte en beneficio de su población. Para esta organización, el caso más dramático y triste de enajenación de fondos y fraudes es Guinea Ecuatorial, donde la oligarquía que rodea al Presidente Teodoro Obiang Nguema controla el 80% del PIB, mientras el 65% de la población vive bajo el umbral de la pobreza extrema. Esta ONG hace una llamada de atención sobre que la abundancia de recursos no implica desarrollo, si no hay una gestión transparente. Esto quedó claro hace décadas en Nigeria, por no hablar de los países del norte de África, como Argelia. Otro país citado en el informe, como ejemplo de mala gestión de las rentas de sus recursos minerales, es el Chad, en el que, con un mercado petrolífero emergente, la agricultura supone el 40% del PIB y ocupa al 80% de la población, con una esperanza de vida de apenas 45 años.
Hay razones muy claras para que el ciudadano guineano de Bissau esté preocupado por la futura explotación de sus recursos minerales. Es un tema muy delicado para el que las fuerzas democráticas deberían crear un pacto nacional sobre la gestión y la transparencia de las rentas procedentes de la explotación de los recursos minerales. El tratado sobre la gestión y transparencia de los recursos naturales debería obligar a las compañías del petróleo, minería y firmantes de los acuerdos de la pesca y madera a publicar información sobre los pagos al Estado derivados de la explotación de estos recursos naturales, para que los ciudadanos del país puedan exigir a sus gobiernos una mejor y más transparente gestión de las rentas procedentes de sus riquezas naturales.
Actualmente hay un fuerte consenso entre la Comunidad Internacional a favor de la responsabilidad social del sector privado y de una mejora de las normas de conducta de las empresas de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico). La Asamblea Nacional Popular de Guinea-Bissau, la sociedad civil, los sindicatos, la liga guineana de derechos humanos y las asociaciones de desarrollo del país, deberían exigir al gobierno que introduzca una normativa que exija a las empresas extractivas de los recursos naturales informes sobre impuestos, derechos y todo tipo de pagos realizados al gobierno y autoridades nacionales.
La sociedad civil debería desarrollar mecanismos para asegurarse de que los beneficios de sus recursos naturales son canalizados para la promoción del crecimiento económico y la lucha contra la pobreza.
Hacemos un llamamiento a los líderes políticos del país y las instituciones
multinacionales que operan en Guinea-Bissau a que los ingresos procedentes
de los recursos minerales promuevan:
VAMOS CONTINUAR A TRABALHAR!
Projecto Guiné-Bissau: CONTRIBUTO